
Hablando de política
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Ya metido en la candela, en esas reuniones tripartitas hice un descubrimiento deprimente. La política real, no aquella que se lee y escribe, se piensa y se imagina -la única que yo conocía-, sino la que se vive y practica día a día, tiene poco que ver con las ideas, los valores y la imaginación, con las visiones teleológicas -la sociedad ideal que quisiéramos construir- y, para decirlo con crudeza, con la generosidad, la solidaridad y el idealismo. Está hecha casi exclusivamente de maniobras, intrigas, conspiraciones, pactos, paranoias, traiciones, mucho cálculo, no poco cinismo y toda clase de malabares. Porque al político profesional, sea de centro, de izquierda o de derecha, lo que en verdad lo moviliza, excita y mantiene en actividad es el poder: llegar a él, quedarse en él o volver a ocuparlo cuanto antes. Hay excepciones, desde luego, pero son eso: excepciones. Muchos políticos empiezan animados por sentimientos altruistas -cambiar la sociedad, conseguir la justicia, impulsar el desarollo, moralizar la vida pública-, pero, en esa práctica menuda y pedestre que es la política diaria, esos hermosos objetivos van dejando de serlo, se vuelven meros tópicos de discursos y declaraciones -de esa persona pública que adquieren y que termina por volverlos casi indiferenciables- y, al final, lo que prevalece en ellos es el apetito crudo y a veces inconmensurable de poder. Quien no es capaz de sentir esa atracción obsesiva, casi física, por el poder, difícilmente llega a ser un político exitoso.
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Mario Vargas Llosa, El pez en el agua.
7 comentarios:
Así es pues. Coincido con la entrada.
Ciertamente es polémico hablar sobre politica... no obstante lo que menciona es lamentablemente verdad... Cada dia vemos nuevos politicos con las mismas promesas y minimos resultados... el poder avasalla... la ambición los pierde y solo se vive como bien dice el escrito con ansias de poder... tener... y ganar... Es un tema sin duda interesante... Un placer leerlo.
no sé si comparto las letras, pero me parece fuerte, sabes, no me metería en el rubro para nada
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un abrazo
que bueno es regresar....
cuan cierto es este texto!
Cuanto quiero a ese hombre!!! Lucido y brillante...
Gracias por compartir esa fraccion de VL.
Saludos!
Creo q nuestro querido don Mario se quedo corto en este tema pues en política se cocinan demasiados sancochados muy aparte de la ambición insana por el poder.
Piero
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