Tu cuerpo cae en el poema
Tu cuerpo cae en el poema
Como en un lecho de vivas lápidas
Ha muerto tu nombre
El aire de tus alas
El misterio que aullaba advirtiéndote el encanto
Como en una procesión detrás de tus ojos también van
Los seres que amamantaste
La soledad como fantasma mordaz y riente
El placer como caracol que se encoje succionando
Lo áureo de tus llagas
Tu cuerpo cae en el poema
Y acaso estas palabras germinando en tu tierra muerta
Sean los perfectos pies
Para comenzar los verdaderos pasos?
Cubierta
Moldeada de ti
Renazco
Para seguir el rigor contrario de tu sombra.
La noche se desliza bajo mi puerta
La noche se desliza bajo mi puerta
Como una carta sin palabras
Yo la abro
Sin entenderlo lloro sobre ella
Hasta que sus espinas se evaporen
O la mañana muerda sus raíces
A veces es ella
-la noche-
La que llora
Y yo soy la carta sin palabras
Que se desliza bajo su puerta
Pero ella no me abre
Sólo me dobla cuidadosamente
Y me guarda en su bolsillo.
Como una carta sin palabras
Yo la abro
Sin entenderlo lloro sobre ella
Hasta que sus espinas se evaporen
O la mañana muerda sus raíces
A veces es ella
-la noche-
La que llora
Y yo soy la carta sin palabras
Que se desliza bajo su puerta
Pero ella no me abre
Sólo me dobla cuidadosamente
Y me guarda en su bolsillo.
Pizarnik
He hallado a la vida mezclada
Entre los colores de la muerte
Al amado entre los rojos violentos
De un canto vacío
Nadie sabe que las últimas bocinas
Que se oyen en las calles
Son las de mi corazón
Que existe una piedra que extiende los brazos
Para abrazar el ardiente musgo de mi aliento
Nadie me ve cabalgando desnuda
Sobre el lomo tibio y esmeril de la poesía
Cuando el silencio me dispara en la boca
Y el horror vomita mi luz ensangrentada
Con los molidos cráneos de mis sueños.
Entre los colores de la muerte
Al amado entre los rojos violentos
De un canto vacío
Nadie sabe que las últimas bocinas
Que se oyen en las calles
Son las de mi corazón
Que existe una piedra que extiende los brazos
Para abrazar el ardiente musgo de mi aliento
Nadie me ve cabalgando desnuda
Sobre el lomo tibio y esmeril de la poesía
Cuando el silencio me dispara en la boca
Y el horror vomita mi luz ensangrentada
Con los molidos cráneos de mis sueños.
Denisse Vega. Trujillo, Perú, 1986.
Abogada y poeta radicada en Chimbote, es autora de los poemarios Euritmia (UCV, 2005) y Una morada tras los reinos (Centro Cultural de España & Lustra Editores, 2008). Forma parte de Antología de los finalistas de la XIII Bienal de Poesía - Premio Copé Internacional 2007 (Petroperú, 2008), Poetas Peruanas de Antología de Ricardo González Vigil (Mascapaycha, 2009) y Mangueras rojas o azules (Yaugurú & Los libros del imperdible, Uruguay, 2010). Su poesía ha sido premiada en diversos eventos y poemas suyos han sido traducidos al inglés y francés, apareciendo en revistas especializadas como Hueso Húmero, Fórnix, Periódico de poesía (UNAM, México), Un vicio absurdo, Review (Nueva York), entre otros.
Contacto:
https://www.facebook.com/denisse.v.farfan
Siempre es un placer pasar a disfrutar de tus publicaciones.
ResponderBorrarBellísima poesía, te dejo un fuerte abrazo, buena jornada!
Exquisita y realmente muy lograda esta poeta, bien por publicarla por tu espacio.
ResponderBorrarSaludos.
Admiro de verdad la gente que sabéis escribir!!
ResponderBorrarBesos rojos y gracias por tu comentario ;-)
La ponencia que leí en la JALLA 2012, Décimas Jornadas Andinas de Literatura Latinoamericana, versaba sobre mi encuentro con Los Ríos Profundeos del escritor peruano José María Arguedas.
ResponderBorrarAcá en mi ciudad cali, tuve la oportunidad de interactuar con varios hermanos del Perú, también estudiantes deliteratura.
Gracias por pasarte por mi blog, a mí me está gustando mucho el tuyo. Un abrazo.
ResponderBorrarUn bonito homenaje a Denisse Vega igualmente una poesía bella.
ResponderBorrarUn abrazo
Excelente poesía!!!
ResponderBorrar"Y acaso estas palabras germinando en tu tierra muerta
Sean los perfectos pies
Para comenzar los verdaderos pasos?"
P.La Hoz.
Bonitos poemas, el segundo es mi favorito.
ResponderBorrarSaludos
David
qué redondo y con qué gracia está escrito ese poema de la noche.
ResponderBorrarle daré una visita.
gracias por tu publicación.
saludos!
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ResponderBorrarPreciosos y con mucho sentimiento los tres poemas, aunque se deja ver la tristeza...
ResponderBorrarBesitos.
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ResponderBorrarCátedra para Leo Zelada, haber si aprende a escribir poesía de una buena vez y se olvida de publicar mamotretos como Minimal Poética y demás delirios hedonistas de puro figuretismo estético.
ResponderBorrarSinfonía del Kaos, de Rodolfo Ibarra, es uno de los casos más vistosos dentro de esta vertiente citadina del malditismo. Su contracarátula-manifiesto expresa una hirsuta posición frente a la sociedad, que de alguna manera deja una sensación de convencimiento, de seguridad. Los poemas del libro, como si quisieran negar esta impresión, casi se ven opacados por el excesivo amontonamiento de epígrafes (hemos contado dieciocho, aparte de los homenajes) que van desde Borges hasta Bob Dylan, desde Cri cri (?) a Tu Fu; cito: "Después de leer a Lautreamont/ mi cabeza gira como una licuadora/ la pestilencia se hincha como una panza de fuego/ & estalla en el cielo de Lima" (pp 77). ¿Se puede concebir versos más "malditamente" ingenuos? La contradicción -no la creadora paradoja, sino aquel vicio lógico que no se entera del principio de no contradicción aristotélico- parece ser una constante en estos poetas. La presencia final en el libro del famoso canto del Bakhti Yoga de Prabhupada (Hare Krishna hare Krishna...) no hace sino acrecentar las dudas sobre la solidez de una propuesta cuya oscuridad se despinta en inseguros ríos de rimel.
ResponderBorrarGracias Jorge por compartir estas letras. Las recojo en mis lecturas para tenerlas presentes.
ResponderBorrarSaludos
Los 3 son una maravilla :) el segundo me toco mucho ...
ResponderBorrarIre a darme una vueltecita por su blogg
Gracias!!
Para que aprenda también Faverón, que es un caso patológico de ansiedad por existir, pero no existe, se ve en el espejo y no se reconoce, se busca detrás.
ResponderBorrarLo cierto que leer sus escritos es una acto de salvaje autoflagelación; mi olfato de clase me decía que el tal Faverón es uno de esos típicos pituquitos esnobs que estudió Literatura y/o Arte en la Católica ataviados de bluyincitos de marca, anteojitos trotskistas, barbita cuidadosamente descuida y hablar miraflorino-arosquetado...
Dejense de vainas en este blog de franco patetismo literario; si hasta el cholo Ildefonso cree que él es el único que ha tenido un auge en Lima, pobre engañado, en España no eres ni serás nadie.
ResponderBorrarLeo Zelada
Magistrales poemas! con calidad y estilo. Un lujo leerte. Un abrazo.
ResponderBorrarOye, esta bacán esta poeta, y ya leí lo de cuidarse mucho para no caer en el síndrome de Susy Díaz, que como toda devota Católica acude siempre a los brujos de las Huaringas con mucha fe... en Satanás! :-)
ResponderBorrarPizarnik me gusta! tremendamente intensa .
ResponderBorrarBss enormes :)
Bellisima poesia..
ResponderBorrarUn grande abrazo y feliz finde.
El primero me ha encantado un poco mas...
ResponderBorrarsaludos cordiales.
Muito lindos versos!!
ResponderBorrar:D :D
\0/ \0/
Para vc meu sorriso e abraço dobrado!!
A novidade é minha página no face:
http://www.facebook.com/AmorAcordadoBlog?ref=hl
Beijos!!
Menuda poeta...
ResponderBorrarGrande!
Hola!!
ResponderBorrarGracias por la visita y darme la oportunidad de conocer este espacio de palabras, infinitas palabras...
Felicidades!!!!
Bonitos poemas que compartes con nosotros.
ResponderBorrarBesos.
Una poesía q tiene en el discurso intimista visceral y en la metáfora sombría su mejor aliado.
ResponderBorrarSaludos.
Siempre es un placer pasar por aquí, no sé como encuentras poemas tan bellos!
ResponderBorrarMuy generoso de tu parte compartir tu espacio con esta excelente poeta, sus versos muy bellos, especialmente Pizarnik a la que tanto admiro.
ResponderBorrarDe Cortázar a Alejandra,
"Yo te reclamo, no humildad, no obsecuencia, sino enlace con esto que nos envuelve a todos, llámale la luz o César Vallejo o el cine japonés: un pulso sobre la tierra, alegre o triste, pero no un silencio de renuncia voluntaria. Sólo te acepto viva, sólo te quiero Alejandra.
Escribíme, coño, y perdoná el tono, pero con qué ganas te bajaría el slip (¿rosa o verde?) para darte una paliza de esas que dicen te quiero a cada chicotazo."
Abrazos
REM
La noche se desliza bajo mi puerta. Sin duda de lo mejor que he leído. De mis favoritos ♥
ResponderBorrarSiento haber estado desaparecida!
Es un placer pasar por tu espacio, encontrar todo lo bueno que expones de la poesía y que lo compartas, gracias, un beso.
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