30.9.09

Juan Carlos Guerrero



La felicidad

La felicidad, ese retazo de sombra multicolor, que se escabulle,
a veces entre unos sostenes o entre unos pétalos borrachos.
Ocasionalmente soy infeliz, parado en una esquina,

viendo la vida brincar de un lado a otro, en un sin sentido perpetuo.
Ser feliz implica no haber naufragado en tus propios zapatos.
Haber comido y bebido bien.
Estar salvaje a la hora del crepúsculo.
A la hora de amar como un caballo.
Para algunos, La Felicidad, es sinónimo de un viaje a cualquier parte

o tocar muslos desnudos con la yema de los dedos.
Lo es también deleitarse con la sinfonía del Barcelona FC.
Siempre corremos tras La Felicidad,

nuestro objetivo es retenerla, que nunca se vaya.
Un buen desayuno, un pitar profundo de un cigarrillo,

obviamente a muchos nos hace felices.
He sido feliz en otra parte y en otro tiempo.
Oyendo a Shocking Blue cantarme Demon Lover.
He sido feliz en los bares más desastrosos

y en las noches más aburridas.
Cuando no había que hacer otra cosa que ser feliz.
Cuando la tristeza había nadado por todos los espejos

y de lo único que daba ganas era morirse.
He sido feliz cuando la marea de tus pecas

se borraba de mi memoria.
Cuando me dijiste que ya nada podías hacer por mí,

salvo, meterme a la jaula de los leones.
Porque el no abandonarse y ser fuerte:

es vestirse también de hombre feliz.
He sido feliz cuando no había más boleto para serlo.
Cuando el tren de los pasajeros felices se había marchado.
Cuando no tenía piernas… Y cuando me hallaba ciego…

Y cuando Dios me apaleaba.
Porque mil millones en el banco, un palacio o un yate,

las condecoraciones y los halagos,
no bastan para hacer a un hombre feliz,
tampoco la melodía del piano de Dios.
También hay hombres felices comiendo sólo pan al mediodía.

La Felicidad: ese escupitajo breve
que a veces nos lanza un Dios bueno.

Juan Carlos Guerrero. 1979, San Vicente de Cañete, Lima, Perú. Ha publicado los libros: Algunos cuentos para ti y otros para el mundo (Editorial San Marcos, 2005), Un lateo por el Cusco (Editorial Publicatuslibros, Jaén, España, 2006), Poemas para demorar el viaje (Edición Autogestionada, 2008), Rapsodia Vagabunda (Dexeo Editores, 2009). En el 2002 Salió finalista de un concurso de cuentos organizado por el diario El Comercio. Un relato suyo: Un Haiku ha sido publicado por la prestigiosa revista Renacimiento, Sevilla, España, 2005. Ha colaborado para el Claustro Poético de Jaén, España, 2007. Revista Narrativas, España, 2008. Esto no es una revista literaria, Bahía Blanca, Argentina, 2008. Es director de la revista artesanal Espartako.
Contacto:

http://espartakocc.blogspot.com/
http://www.facebook.com/juancarlos.guerrero.35

25 comentarios:

  1. Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

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  2. Capto una especie de irreverencia ante el tema descrito, pues creo que la felicidad de hecho es esto para los muchos, pero es otra cosa para otros y algo más para muy pocos.

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  3. Muy bonito y reflexivo escrito el que nos regalas de JUAN CARLOS GUERRERO...

    Conucerdo en todo con el... Aunque, hace poco me dijeron (y ya lo reafirme) que la FELICIDAD, es una actitud... "una vestimenta" que decidimos ponernos o quitarnos, tenemos ese libre albeldrio...

    Saludos!! =D

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  4. *CONCUERDO en todo con el... (es ya muy de noche, DISCULPEN!!!) =S

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  5. gracias por la informacion, no le conocia y por extension graias por tu gran blog

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  6. De seguro q la felicidad es mucho más q esto o no?

    Pao
    :P

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  7. Conozco la felicidad y es otra cosa

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  8. Tienes un blog muy interesante, felicidades.

    Un saludo

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  9. esta genial en serio.. que padre oye espero que pases x el mio quiero que veas lo que escribi y quiero que me des tu opinion en serio...
    espero que estes bien

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  10. Creo que la felicidad se debe buscar en las pequeñas cosas, solo así comprenderemos su verdadero significado.. Además la tristeza no existe, creo que es únicamente la falta de felicidad...

    Quizás sea demasiado positiva para los tiempos que corren...

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  11. Lindas palabras y bonita reflexión.

    La felicidad en las pequeñas cosas y en en el gran paso de superar y aprender de la infelicidad.

    Besos.

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  12. La verdad que la felicidad es tan sutil como la infelicidad ylo que se pueda decir sobre esto.

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  13. este poema es de una factura increible, me encanta.

    saludos

    desde México

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  14. La felicidad esta en todos lados, hasta cuando uno piensa que es infeliz... todo es cuestion de encontrarla
    Saludos desde Pattyland

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  15. Felicidad... lo que uno siempre busca :) por lo mismo me molesta ver a la gente pesimista, creo que es como si quisieran ser infelices.

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  16. La felicidad es algo tan indefinible y pretender definirla, sobre todo a lo Bukowski, me parece demasiado pretencioso.

    Saludos.

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  17. buscamos tanto la felicidad que vivimos infelices...
    queremos saciarnos de esa sensación de plenitud y al final de lo caminado, nos encontramos con más vacíos...mas huecos sin fondo, sin luz, en soledad...

    creemos que vivir es una tarea de sobrevivencia y nos perdemos de esos instantes en los que realmente, sin saberlo, fuimos felices...

    este poema se convirtió en un jalón de orejas...

    saludos :)

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  18. muy bueno el poema,en verdad; la irreverencia sobre el tema tocado es el que le da esa belleza: "He sido feliz cuando no había más boleto para serlo.
    Cuando el tren de los pasajeros felices se había marchado."
    una joya sin duda.

    poeta a tomar en cuenta. y creo que bukowski poco tiene que ver aquí, quizás cierta influencia nada más, por lo que sé a bukowski no le gustaba escuchar música rock prefería la música clásica. la similitud de almas vagabundas sirva quizás de cierta alianza entre juan carlos y don buk.

    saludos

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  19. Gracias por tus palabras, y precioso texto.

    Sigue así, un beso.

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  20. Es un poema bien logrado,espero leer más de este autor.

    Saludos.

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  21. hola jorge que guays ese poema, muy lindo me encanto leerlo, y conocer un poco mas de nuestro talento peruano, gracias por compartirlo, muack

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  22. Interesantes, los comentarios; y sí pues a La Felicidad no se la puede describir, tampoco fue mi intención describirla; no podía decir por ejemplo: he sido feliz cuando caía la bomba en Hiroshima, cuando Adán mordía la manzana; cuando descubrí que los Beatles no eran magníficos sino cuatro pelucones desafinados.

    Lo que quise decir es, que cuando se dan todas las condiciones para ser infeliz contradictoriamente te vuelves feliz, o sea te rebelas contra la infelicidad, pura fortaleza interior, pues; este es un poema casi casi de autoayuda, ja, ja, ja; mentira, es un poema para existir, nada más…

    Saludos

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